Los fabricantes de bienes de consumo están experimentando caídas en el volumen que son bastante inusuales para la industria.
Los consumidores son optimistas sobre la economía (y gastan más), pero los precios pesan sobre ellos. Como resultado, están reduciendo la cantidad de compras que realizan en todas las categorías, incluidos comestibles, salud y belleza y artículos para el hogar.
Pero hay un grupo que da esperanzas a las empresas de consumo.
La Generación Z fue de compras una o dos veces más al mes y compró productos de salud y belleza una vez más cada dos meses en 2023, según una nueva investigación del entorno de McKinsey.
Cuando se trata de compras en línea, las ventas de unidades de la Generación Z aumentaron casi dos veces más que otras generaciones.
La Generación Z también ayudó a amortiguar las caídas de volumen en los canales de tiendas masivas y de un dólar.
Las empresas de consumo pueden llegar más eficazmente a los consumidores de la Generación Z si pueden comprender por qué los hábitos de compra de la Generación Z eran distintos de los de otros grupos de edad.
La Generación Z, en promedio, aumentó la cantidad de viajes que hicieron al supermercado en 2023. ¿Por qué? Aquí entran en juego algunos factores diferentes: los miembros de la Generación Z “derrocharon selectivamente”, saliendo a cenar, en 2023, optando por cocinar en casa mientras lidiaban con la inflación.
Otros factores, los pagos de préstamos estudiantiles y los altos costos de la vivienda. Las tiendas de comestibles también se convirtieron en destinos para la Generación Z, deseosa de tener en sus manos símbolos de estatus culinario.
En cuanto al aumento del volumen de compras en línea: estos nativos digitales pueden estar acostumbrados a comprar en línea, pero la forma en que lo hacen está evolucionando y es diferente de cómo compran las generaciones anteriores.
Además de comprar en línea con más frecuencia que las generaciones anteriores, los miembros de la Generación Z tienen algunos matices emergentes que caracterizan su comportamiento.
Por ejemplo, algunos llevan a cabo “compras silenciosas”: navegar por sitios de compras en línea durante la jornada laboral, un comportamiento relacionado con la tendencia de “dejar de fumar silenciosamente”.
Otros se arrepienten de sus compras impulsivas en línea. Las empresas de consumo también empiezan a saber que los miembros de la Generación Z realmente disfrutan de comprar en persona, e incluso se les atribuye el mérito de revitalizar la experiencia del centro comercial.
Llegar a estos consumidores puede ayudar a evitar caídas en las ventas unitarias de bienes de consumo, pero sólo si se hace correctamente.
Las empresas de consumo pueden invertir en los canales en los que compran los miembros de la Generación Z (lo que significa brindar comodidad a las compras en línea y emoción a las experiencias en las tiendas), así como en lealtad a la marca.
A veces la cuestión es, nos vemos en el centro comercial (o en la tienda de segunda mano para pasar el rato con los preadolescentes).
