Alfonso Grau, el que fuera teniente de alcalde de Valencia en tiempos de Rita Barberá, ha sido detenido por la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil junto al subdelegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Rafael Rubio, poniendo así fin a una operación de largo recorrido en la comunidad valenciana.

Todo empezó hace dos años al investigar a José María Corbín, cuñado de Rita Barberá, como uno de los principales contratistas del Ayuntamiento de Valencia. En realidad, la trama de Azud llevaba mucho tiempo en marcha, aunque fuera con otros nombres y parecidos personajes.

La Audiencia de Valencia ya había condenado a Alfonso Grau a cuatro años de cárcel por un delito de cohecho y blanqueo por haber cambiado relojes de lujo de contratistas del Ayuntamiento que luego cambió por otros más caros. Los delitos e descubrió en una inspección rutinaria de la Agencia Tributaria a la joyería.

Ahora, a Rubio y Grau se les acusa de cobrar comisiones por proyectos urbanísticos. En concreto, algunas informaciones apuntan a que Grau podría haber pedido un millón de euros. Mientras, Rubio ya estaba procesado por el caso de los ‘zombies’ de Imelsa, la contratación de personas que cobraban sueldos, pero no acudían a trabajar.

Grau y Corbín ya tienen una larga trayectoria por la que se investigan también delitos electorales y otras actividades. De hecho, hace años, algunas organizaciones cobraron subvenciones por celebrar determinados eventos en la comunidad valenciana con apoyo de las administraciones públicas, ayuntamiento o comunidad, aunque la cifra que recibían, según se prestaban a firmar como librada, era menor a la que figuraba en los presupuestos de las instituciones.