
En estos momentos, saber cómo reaccionará el mundo es complicado, pero lo que sí tengo claro es que la industria del cine ha sobrevivido a muchas crisis, incluso guerras mundiales. Por eso, siento que podemos resistir como sector una vez más y vamos a volver con fuerza. Puede que sea costoso, pero lo conseguiremos.
Cuando nuestros clientes se sienten delante de la pantalla con la oscuridad de la sala, estarán esperando que vuelva a surgir la magia del cine. Estoy seguro de que renacerá como la primera vez. Esa sensación es nuestra mejor arma, con la fuerza de la gran pantalla y el sentimiento de comunidad que se produce dentro de una sala. La experiencia del cine renacerá, quizá evolucione, pero sobrevivirá y seguirá siendo nuestra razón de ser.