Por Alberto Andreu, senior advisor de Sostenibilidad de EY y Alberto Castilla, EMEIA Climate Change &
Sustainability Market Leader & Spanish Country Leader de EY
Que la sostenibilidad transformará todos los sectores, es algo de lo que se habla mucho, pero no siempre se alcanza a entender el impacto económico que representa.
Existen ya estudios impulsado por el WEF en el que se estima que las empresas del sector retail y wholesale en Europa necesitarán invertir entre 315 y 600 mil millones de euros hasta 2030; este rango dependerá de la ambición de los objetivos de sostenibilidad adoptados.
Si este es el marco de referencia para Europa… ¿en qué se va a traducir? En materia ambiental, para el sector retail se abren líneas de trabajo interesantes como: (1) Eficiencia Energética y Reducción de Emisiones, tales como tecnologías de iluminación y climatización eficientes, o uso de fuentes de energía renovable; (2) Estrategias de economía circular, para prolongar la vida útil de los productos, como el alquiler y la reventa; (3) Programas de reciclaje para reutilizar materiales y reducir el desperdicio en sus operaciones y productos; (4) Diseño Sostenible de Tiendas, a través del uso de materiales reciclados y la implementación de sistemas de gestión de consumos eficientes (agua, luz…); (5) Suministro Responsable, trabajar con proveedores que cumplan con estándares ambientales y éticos a nivel global o con productores de proximidad para el pequeño comercio; (6) Educación y Compromiso del Cliente para fomentar la concienciación sobre la sostenibilidad mediante campañas informativas; o (7) Distribución de Ultima Milla, mediante movilidad sostenible para hacer entregas a domicilio a los clientes.
En materia social, también hay líneas de avance concretas, entre las que destacan las siguientes: (1) Condiciones Laborales Justas, para garantizar que los empleados, trabajen en condiciones seguras y justas, tanto en aspectos económicos como laborales; (2) Diversidad e Inclusión, para fomentar un entorno de trabajo inclusivo y diverso, implantando políticas de accesibilidad para personas con discapacidad; (3) Desarrollo Profesional y Capacitación para mejorar la satisfacción y retención del personal, y aumentar la productividad y la innovación; (4) Participación Comunitaria, ya que el comercio de barrio conoce muy de cerca a sus clientes y puede organizar iniciativas como donaciones, programas de voluntariado y apoyo a pequeños negocios locales; o (5) Salud y Bienestar de los Empleados, impulsando programas que promuevan la salud física y mental de los empleados, como seguros médicos, programas de bienestar y apoyo psicológico.
En materia de gobernanza también hay líneas de trabajo para implantar, entre otras las siguientes: (1) Transparencia y Rendición de Cuentas, publicando informes sencillo con los principales datos ESG; (2) Participación de los Stakeholders, ya que el punto de venta es un lugar que permite impulsar conexiones entre empleados, clientes, proveedores, y comunidades locales; (3) Remuneración y Incentivos, incluyendo meticas de sostenibilidad en los inventicos de los responsables de tiendas; o (4) Innovación y Mejora Continua, fomentando una cultura de innovación y mejora continua en las procesos de eficiencia de la tienda reducir el impacto ambiental y mejorar el bienestar social. Nike, por ejemplo, invierte significativamente en innovación para desarrollar productos más sostenibles y reducir su huella ecológica.
Hasta aquí, algunos ejemplos; en todo caso el foco habrá que ponerlo en la transformación hacia operaciones net-zero (impulsando política de ahorro y eficiencia energética) y en la adopción de modelos de negocio circulares.
Se puede leer en el número de julio de Hi Retail en la página 14.
