
Las grandes flagships dominarán el panorama de las principales calles y centros comerciales a nivel nacional.
Se viene hablando de los retos y la necesaria transformación del retail frente al e-commerce mucho antes del COVID, en todo caso lo que se ha puesto de manifiesto y a pesar del incremento de la afluencia en la medida que vamos recuperando la normalidad es que los cambios tienen que ser sustanciales y tienen que producirse ya:
- Transparencia: en cifras de venta por parte de los operadores y flexibilidad por parte de los propietarios en esquemas de rentas mínimas garantizadas y más variable. Con esta información es mucho más fácil llegar a acuerdos duraderos con relaciones “win-win”
- Oferta diferenciada con el canal online: aunque es una obviedad, el sector minorista tiene que centrar su target y dar razones al comprador para acudir a sus establecimientos, esto puede ser vía experiencias, eventos, oferta de restauración, asistencia personalizada o cualquier otra iniciativa en la que se pueda añadir valor presencialmente.
- Bigger is better: las grandes flagships dominarán el panorama de las principales calles y centros comerciales a nivel nacional, por lo cual los responsables de expansión deben transmitir al mercado sus necesidades para que los propietarios puedan hacer los posible para acomodar sus necesidades de superficie.
- A vueltas con la boutique: El pequeño comercio debe reinventarse, diferenciarse, especializarse en dar calidad, confianza, y exclusividad o de lo contrario está destinado a desaparecer.
La distribución minorista en España aún dará muchas batallas y no todo pasa por copiar lo que está pasando en otros países.