Por Diego Sánchez Casas, director de Operaciones de Klépierre Iberialo
En Klépierre creemos que una de las claves del futuro del retail pasa por la capacidad de adaptación de los espacios comerciales a las necesidades de cada entorno local.
Los centros comerciales deben evolucionar al mismo ritmo al que lo hacen sus comunidades para satisfacer los intereses de las personas que los frecuentan.
Cada comunidad tiene unas características únicas en función de su ubicación, demografía y cultura. Por eso, desde Klépierre no buscamos la construcción de centros comerciales homogéneos, que aúnen las mismas características independientemente de su posición geográfica o consumidor habitual.
Al contrario, pretendemos que nuestros centros sean espacios dinámicos y flexibles, diseñados para evolucionar junto con su comunidad, alineados con los nuevos hábitos de consumo, y capaces de convertirse en núcleos de interacción social, cultural y económica.
Ejemplo de nuestra adaptación continua a lo que piden los clientes es el reposicionamiento de Maremagnum en Barcelona.
Acabamos de terminar una reforma para convertirlo en un centro comercial a la vanguardia del retail experiencial, en una ubicación privilegiada en la zona portuaria y con un mix comercial que combina la moda con un mercado gastronómico único con el primer Time Out Market de España, que se está convirtiendo en una referencia de ocio tanto para el público local como el internacional.
Otro buen ejemplo de esta capacidad de adaptación de nuestros activos a las necesidades de su comunidad es Príncipe Pío, ubicado en el centro de la ciudad de Madrid sobre un hub de transportes.
Allí nuestros clientes demandan un fuerte componente de ocio y restauración al mismo tiempo que servicios y comercio de conveniencia, dando cobertura tanto a los transeúntes como a los vecinos del centro. En esta línea, el centro sigue reforzando su oferta comercial no solo en el interior del centro, sino también dotándola de actividad en la plaza exterior.
Para abordar todas estas estrategias es importante reforzar el mensaje de que los centros comerciales ya no son únicamente puntos de compra, sino destinos donde compartir y conectar sobre los que se construye el tejido social y económico de una comunidad local.
Desde Klépierre trabajamos en adaptar nuestros centros para que fomenten comunidades sólidas y vibrantes entorno a ellos, haciendo parte de esa regeneración urbana y de los nuevos hábitos de consumo de nuestras comunidades.
Se puede leer en el número de octubre de Hi Retail en la página 16.