LA ERA DIGITAL

LA ERA DIGITAL

Por Jack Miur

Estamos siendo testigos de la cuarta revolución industrial. Este nuevo concepto impulsará cambios radicales y determinantes en nuestra sociedad, tal y como la máquina de vapor lo hizo en la primera revolución industrial; la producción en cadena, en la segunda; y los sistemas electrónicos, las tecnologías de la información y la globalización, en la tercera.

Debemos reconocer el papel fundamental de la economía digital para acelerar el desarrollo económico, mejorar la productividad de la industria, promover nuevos mercados y alcanzar un crecimiento y desarrollo sostenibles. El G20 aspira a que la digitalización global gire en torno a cuatro principios fundamentales como son el libre flujo de datos, la salvaguarda de la privacidad, la seguridad de los datos y la protección del consumidor en la economía digital.

Hoy en día, en un contexto de nuevos desarrollos tecnológicos unidos a la globalización y al cambio de las sociedades de consumo, es imposible pensar que algún sector productivo podría sobrevivir dejando de lado la tecnología.

Y como muestra de la importancia de estos avances y ejemplo del camino que queda por recorrer, debemos considerar que:

  • Los datos generados a través de lo que se conoce como la conectividad o Internet de las Cosas (IoT) en combinación con el Big Data, jugarán un papel significativo en el análisis preliminar de las obras, en el análisis predictivo de los riesgos, en la mejora operativa de la gestión de actividades de los proyectos, así como en la monitorización de las infraestructuras.
  • Tenemos que incrementar el uso de los datos, dado que se estima que sólo utilizamos un 3% de los datos potencialmente útiles.
  • Debemos agilizar nuestra capacidad de transformación, dado que sólo se necesitan 35 días para que una nueva tecnología alcance una masa crítica de 50 millones de usuarios.
  • La aplicación de la robótica supondrá un ahorro potencial entre el 25% y el 50% sobre los costes actuales.
  • Ya existen, de media 26 objetos inteligentes por cada persona.

El desarrollo y despliegue de tecnologías y procesos digitales supondrá un cambio en el modo de trabajar en la mayoría de los sectores. Caminamos hacia sistemas conectados con sensores IoT (“Internet de las Cosas”), máquinas autónomas inteligentes, sistemas móviles y nuevas aplicaciones de software, todas ellas integradas en plataformas centrales. Conforme avanza su implantación, las tecnologías digitales están permitiendo a las compañías incrementar su productividad, gestionar más eficazmente la complejidad y reducir plazos de ejecución y costes en los proyectos, mejorando la seguridad y la calidad. Dado el enorme tamaño del sectores estratégicos, incluso pequeñas mejoras se traducirán en importantes beneficios para las compañías y para toda la sociedad.

La plataforma BIM

Por ejemplo, el modelado de información de construcción BIM (Building Information Modeling), es el proceso de generación y gestión de datos de una infraestructura durante su ciclo de vida, utilizando software dinámico de modelado de infraestructuras en varias dimensiones y en tiempo real, para disminuir el consumo de tiempo y recursos en el diseño y la construcción. Este modelo abarca la geometría del edificio, las relaciones espaciales, la información geográfica, así como las cantidades y las propiedades de sus componentes.

El BIM se articula implementando el modelo de la infraestructura en un paquete de software que permite interconectar a todos los agentes involucrados en el proyecto, creando una interrelación entre personas, procesos y herramientas.  A su vez permite la simulación virtual de cualquier aspecto del ciclo de vida de las obras, tanto en el proceso de construcción, como en la explotación de las infraestructuras. Así, el modelo BIM permite identificar, almacenar y actualizar cada elemento de los procesos constructivos y de explotación, involucrando a promotores, diseñadores, proyectistas, constructores, operadores y usuarios finales.

A lo largo de la cadena de valor, BIM ofrece soluciones integradas que permiten:

  • En fase de proyecto, mejorar la utilización de las herramientas de diseño para facilitar la visión del activo a desarrollar desde múltiples perspectivas, reduciendo riesgos, errores e ineficiencias.
  • En fase de construcción, facilitar la toma de decisiones en tiempo real, así como la estimación, planificación y seguimiento de los suministros a través del análisis de los datos actuales e históricos.
  • En fase de operación, ofrecer información directa de las condiciones del activo desde plataformas online, posibilitando la detección de errores de diseño y la monitorización remota del mismo, facilitando así su mantenimiento correctivo y predictivo.

El uso del Big Data o análisis de datos

Por Big Data entendemos el conjunto de herramientas integradas por sistemas analíticos basados en algoritmos, destinadas a la gestión, manejo y análisis inteligente de enormes volúmenes de datos, tanto estructurados como no estructurados, procedentes de múltiples fuentes: sensores de todo tipo, dispositivos móviles, correos electrónicos o redes sociales, entre otros, que permiten extraer en un tiempo razonable y asumible por el usuario, la información relevante para la toma de decisiones y el aporte de valor a nuestra sociedad.

Sin duda, en el entorno cada vez más digital en el que estamos inmersos, generamos cantidades ingentes de información, pero tal y como dijo Einstein, “la información no siempre es conocimiento”.

Es por ello que sectores como la construcción y otros muchos han encontrado en el Big Data la tecnología que le permitirá mejorar sus procesos y aprender de la experiencia de proyectos anteriores.

Otras tendencias digitales

Además de BIM y del Big Data, se están aplicando otras tecnologías que, de forma complementaria a las anteriores, permiten mejoras operativas, como son:

  • El uso de la realidad virtual para visualizar los diseños y facilitar las tareas de mantenimiento correctivo y predictivo, permitiendo la realización de visitas virtuales, identificar  eventuales errores o situaciones de conflicto y  realizar ajustes en tiempo real.
  • Los drones para digitalizar el terreno para la topografía en obra o vigilar las infraestructuras, monitorizando el progreso en tiempo real, así como  inspeccionar las instalaciones en las tareas de mantenimiento correctivo y preventivo o controlar situaciones concretas de operación.
  • Los sensores inteligentes para la monitorización de los proyecctos, operación y explotación, optimizando la gestión de materiales y energía y la seguridad de los operarios.
  • La comunicación ubicua en tiempo real para la gestión eficiente del tráfico, suministros y operaciones entre otros.
  • Los carriles inteligentes para la gestión eficiente, realizando adaptaciones dinámicas a las necesidades de operación.
  • La realidad aumentada para la construcción y mantenimiento, a través de sistemas (aparatos y dispositivos electrónicos que se incorporan a nuestro cuerpo interactuando de forma continua con el usuario y con otros dispositivos) de forma que se puede aplicar la realidad aumentada en trabajos de campo aumentando la seguridad y la eficiencia en el mantenimiento de las obras e infraestructuras.
  • Los robots para el mantenimiento, limpieza automática de las instalaciones o inspecciones, entre otras muchas posibles aplicaciones.
  • Los GPS interiores, para incrementar la seguridad de los empleados y mantenimiento, con alarmas de aviso preventivo en accesos a zonas de peligro.
  • Las interfaces móviles, para comunicar información en tiempo real a los operarios; por ejemplo, el procedimiento a seguir ante una emergencia.
  • La impresión en 3D, conjuntamente con un centro de pre-fabricación móvil, podría tener el potencial de reducir drásticamente el tiempo necesario para crear algunos elementos estructurales complejos.

Así, la incursión en el mundo digital se presenta como una alternativa insoslayable para sectores productivos. En la actualidad ya se han producido destacados casos de éxito que han sido impulsados por empresas pioneras, y si hoy es un reto, en el futuro inmediato será fuente destacada de las mejoras en la productividad, la seguridad y la calidad, así como una ayuda esencial para la reducción de los retrasos y sobrecostes de cualquier proyecto. Para ello, se debe focalizar el interés y el esfuerzo para incluir la digitalización en la cultura organizativa de las empresas.

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