Por Andrés Barrio, ESG Manager en Nhood España
Durante los últimos años, hemos aprendido a caminar junto a varios aspectos que tenían objetivos claros, tales como hacer de nuestros activos unos centros más eficientes, diversos, saludables o mejor gestionados, objetivos que hemos resumido, en una palabra, Sostenibilidad.
Esta sostenibilidad, que por suerte hemos entendido como algo que va más allá del medioambiente, ha sido vista como una obligación y, por ende, como un gasto.
Cuesta mucho acercarse a nuestros compañeros y compañeras y convencerles de que esta o aquella mejora es necesaria, no porque nos la imponga una ley o una estrategia pensada en las altas esferas, sino que esta mejora la hacemos para atraer más y mejor negocio.
Para que la sostenibilidad sea una realidad tanto en el Retail, como en todo el Real Estate, debemos trabajar en convertirla en una herramienta útil para todos los eslabones de la cadena, que genere valor añadido y facilite la gestión de todos y cada uno de los departamentos implicados.
Por ello, si hablamos de reducir emisiones de Carbono, debemos explicar que lo que conseguimos es reducir el gasto en energía. Que, si mejoramos la calidad del aire o la accesibilidad, mejoramos la productividad y el bien estar del cliente. Que, si implementamos medidas de gobernanza, mejoramos las relaciones entre propietarios e inquilinos, o que, si aplicamos medidas de adaptación al cambio climático, reducimos riesgos en gastos de mantenimiento, climatización o de salud.
Por su puesto que la sostenibilidad es un objetivo, el objetivo más importante al que como sociedad nos enfrentemos. Pero, además, es la herramienta más útil para aumentar el valor de nuestros activos, atraer a los mejores operadores y crear un ambiente óptimo para los clientes finales.
Se puede leer en el número de junio de Hi Retail en la página 10.