Los datos no entusiasman

El índice de comercio al por menor, que llegó a desplomarse más de un 30 %, creció un 19,3 % en mayo, al tiempo que el comercio electrónico registró un aumento del 17,6 %. Sin embargo, tras las caídas de los meses anteriores, el índice se sitúa un 19 % por debajo en términos interanuales.

Para recuperar lo que se ha perdido habría que crecer a dos dígitos en lo que queda de año, pero con este ambiente, un crecimiento así es más que difícil.

La realidad es que se mantiene la incertidumbre mientras la confianza del consumidor sigue sin remontar tras el derrumbe de abril, aunque se recupera levemente en mayo.

El comercio online se ha beneficiado de la situación y ha pasado de unos niveles de penetración del 9 % al 14 %. Así, en solo tres meses ha logrado un crecimiento equivalente a cinco años. Ahora se sabe que aproximadamente una tercera parte de los españoles han probado por primera vez el comercio digital y una parte de ellos y, sobre todo, los que ya lo utilizaban, van a aumentar su frecuencia de compra.

En Europa, la penetración online era del 18 % de media en 2019. Por efecto del coronavirus ha pasado al 78 %. Más de la mitad volverán a las tiendas, pero se estima que la nueva cuota será del 23 %.

Preocupa la seguridad, ya que ocho de cada diez consumidores tienen miedo a contraer el virus, por eso las visitas son menos lúdicas y se tiende a ir a tiro hecho, es decir, mirando antes en Internet el producto y comparando precios con anterioridad.

Con el confinamiento, el ocio se ha trasladado a casa, un movimiento inesperado que perdurará, al igual que el descubrimiento de la cocina casera, otra tendencia que se quedará, tanto por la extensión del teletrabajo como por la salud.