El control de la navegación global se apaga en China

Se han generado problemas graves de suministros tras la pandemia. Ahora, la navegación mundial vive momentos de dificultades.

La cadena de logística y suministros que sale de China está alterada y ya no se parece a lo que vivimos antes de 2019. En aguas chinas, los barcos ya no están bajo control. Se vive una especie de gran apagón que no permite el control. Ahora los bacos están desaparecidos en los radares de las compañías de datos que monitorizan los movimientos de los navíos por todo el mundo.

Al problema de productos y suministros, se añade el apagón para el control de los barcos, generando incertidumbre y falta de información de plazos de entrega.

Al mismo tiempo, el tráfico marítimo mundial sigue cayendo desde los efectos de la pandemia, problemas acrecentados por la nueva legislación de Pekin. El 1 de noviembre entró en vigor la Ley de Protección de Información Personal,en principio destinada a regular y minimizar el flujo de datos que salen al extranjero. Pero la realidad es que a las empresas que procesan los datos se les requiere pasar un filtro por parte de Pekín antes de que puedan permitir que la información salga de suelo chino.

Según medios occidentales como el Financial Times, la cantidad de señales del Sistema de Identificación Automática (AIS) en aguas chinas, que proporciona las posiciones de ubicación en los barcos, se redujo de más de 15 millones por día en octubre a alrededor de 1 millón por día a principios de noviembre.

El impacto en la etapa de Nvidad está asegurado. Para MarineTraffic, proveedor mundial de rastreo de barcos e inteligencia marítima, augura un gran impacto para la visibilidad global, ya que si no sabemos cuándo parten los barcos y de dónde, y tampoco tenemos la imagen completa de la congestión portuaria.

En China, el mayor exportador del mundo y centro clave para la industria del transporte marítimo, están ocho de los diez puertos más importantes del mundo. Que los productos llegen en Navidad es un misterio.