Max Art Center: EXPOSICIONES DE PINTURA

Durante los meses de agosto y septiembre Max Center estrena nuevas exposiciones de Pintura con dos pintores vascos de corte realista muy interesantes por la variedad temática.

En la sala grande expone el pintor Carlos Uriagereka, uuna exposición con variedad temática en la que el artista desarrolla sus composiciones representando la realidad como el la percibe. Una pintura figurativa en la que se aprecia su visión de la capacidad potencial que tiene la pintura para motivar y hacer la vida de las personas mas plena. Pinta lugares que le rodean y personas.

De sus retratos, que le apasiona realizar, dice “El ser humano se mira como un espejo y puede contemplar su realidad, sus sentimientos, su sentido en la vida, su trascendencia,,,,”

De sus palabras se deduce esa pasión que siente por expresarse: “La pintura se convierte en el medio útil para contar la historia, y ser testigo de esa realidad que se nos presenta ante los ojos, interpretarla y compartirla con la humanidad, tenemos una tarea por delante, mas necesaria que nunca!” en resumen , un camino ilusionante de vida.

En la sala pequeña, nuestra segunda Galería de Arte expone la pintora: Miriam Blazquez. Esta muestra es una representación del mundo intimista de la artista. Sus obras son coloristas y su
temática muy personal.

De su pintura nos cuenta: ” En mis cuadros se puede observar un proceso evolutivo del color y la representación de una misma idea, el autorretrato. Esto está presente en cada uno de ellos, no solo con mi imagen sino también con todo lo que esconden mi piel y mi rostro. Dicho de otra forma, en este proyecto pretendo desnudar mi alma y dejar que afloren mis emociones, mis miedos, mis inquietudes… Rompiendo con todo aquello que mostramos de puertas para afuera.

Hay algunos cuadros en los que predomina un cromatismo oscuro en contraste con personajes de carnaval, con trajes coloridos y máscaras. Aquí hay un deseo por mostrar ese contraste entre las apariencias y la realidad de un modo más realista y simbólico, dando prioridad a la imagen sobre la expresividad pictórica. Sin embargo, en el resto hay un mayor colorido, sin necesidad de recurrir a elementos como el disfraz. Poco a poco, dejo que la propia pintura hable por sí sola, que fluya libremente sin necesidad de encorsetarse en una imagen a representar o en una idea muy
definida.

En definitiva, busco que haya una narrativa visual, que la dimensión real se resquebraje dando lugar a una nueva dimensión onírica, donde la lógica y las leyes naturales pierden su sentido.”