El futuro del retail estará directamente relacionado con el futuro de los pagos digitales, que serán más personalizados y a medida.

Las soluciones tecnológicas son un aliado indispensable para el comercio electrónico. Son muchas las marcas que, aun habiendo nacido en un entorno digital, han logrado vencer a los negocios tradicionales de su mismo sector, como es el caso de la agencia de viajes eDreams, la tienda de deportes TradeInn o el ecommerce de belleza Perfume’s Club. En estos casos, la tecnología ha jugado un papel fundamental, ya que les ha ayudado a ofrecer una ventaja competitiva basada en la flexibilidad, personalización, rapidez de servicio y costes reducidos.
En esta era de digitalización, es clave que los comercios electrónicos ofrezcan a sus clientes una variedad de soluciones de pago. Según un estudio encargado por PayPal y realizado por Kantar entre pymes españolas en 2021, el 80,4 % confirmaron que las soluciones de pago digitales les permitieron atraer más clientes.
En este sentido, creo además que el futuro del retail estará directamente relacionado con el futuro de los pagos digitales, que es un camino marcado por la transformación. Los servicios financieros experimentarán el rediseño de sus principios básicos para hacerlos más asequibles, prácticos y seguros para todos. Así, serán más personalizados y hechos a medida, al mismo tiempo que los pagos son cada vez más fluidos, gracias a la IA.
Además, las divisas serán cada vez más digitales, haciendo que el comercio sea contextual, conversacional y sin fronteras; por su parte, la creciente accesibilidad de la tecnología hará que más personas tengan acceso a los servicios financieros. Vemos un mundo en el que la intención de comprar y los pagos ya no son dos acciones explícitas, y donde las líneas entre el consumo, las experiencias del día a día y el pago por ellas se desdibujan. Los comerciantes se unirán a plataformas de pago para hacer del proceso de compra una experiencia lo más fluida posible.