Por Manuel Hernández, CEO de Finetwork y Jorge Morán, Director General de Ventas en Finetwork.

Abrir una tienda física hoy en día es todo un reto, sobre todo cuando en los dos últimos años y derivado por las restricciones de la pandemia, hemos visto un gran crecimiento en las ventas vía e-commerce.

Ante este crecimiento es esencial que aquellas marcas que decidan embarcarse en la osadía de abrir una tienda física deben de tener muy claro que el consumidor ha de ser siempre el centro del negocio. Esto quiere decir que cuando el potencial cliente entre en una tienda, dicho espacio no solo ha de ser un escaparate de nuestro propio producto, sino que se ha de ofrecer una experiencia 360 basada, por supuesto, en la atención al cliente.

Esta experiencia estará orientada principalmente por el dependiente, que no será un mero comerciante sino ha de ser un embajador de nuestra marca, que ofrezca al consumidor todo tipo de información y el entusiasmo que nosotros mismos como compañía sentimos desde Finetwork. Una experiencia que englobe el trato humano, como hemos comentado, pero también ha de ser un espacio que traslade la innovación y la expectativa de querer formar parte del equipo Finetwork.

En este sentido, el espacio físico debe ser en un punto de referencia tanto para tus clientes actuales como futuros, en cuestiones de problemas técnicos u ofrecimiento de mejoras de servicio y eso solo se consigue con una buena filosofía de trabajo y creyendo en tus oportunidades y viabilidad como negocio físico.

Leer en Hi Retail, número de mayo, página 22.