Los precios se disparan un 7,6%

El INE corrige el dato de inflación de febrero al anunciar que los precios subieron en verdad un 7,6%, el mayor incremento desde el mes de diciembre de 1986, en el que IPC repuntó un 8,3%.

La subida descontrolada de los precios, se produce por el encarecimiento de los combustibles, la electricidad y los alimentos, al escalar el avance del 6,1% de enero.

Recorte al bolsillo de los ciudadanos

La subida de la inflación aumenta la presión sobre el bolsillo de los consumidores, y amenaza con seguir haciéndolo: el dato solo recoge cinco días de la invasión rusa de Ucrania, iniciada en la madrugada del 24 de febrero. Desde entonces, tanto el petróleo como el gas se han disparado a ritmo vertiginoso en los mercados internacionales por las sanciones a Moscú.

Entre los alimentos, los productos más afectados son el aceite de oliva (30,6%), otros aceites comestibles (32,3%), pastas alimenticias (19,9%), harinas y otros cereales (11,7%), alimentos para bebé (10,5%), carne de ovino y caprino (9,5%), arroz y leche desnatada (9,4%), leche entera (9,3%) y café (8,2%).

Tras casi un año por encima del nivel del 2%, recomendado por el Banco Central Europeo, las consecuencias negativas van a pesar negativamente en la economía, ya que la inflación mina el poder adquisitivo de los ciudadanos.

La electricidad, por las nubes y subiendo

En un año la luz se ha encarecido un 80,5% incluyendo las rebajas impositivas aplicadas a la factura de la electricidad (en enero de 2021 esta subida era del 46,4%).

Menos poder de compra

La realidad es que los consumidores están viendo mermado su poder adquisitivo y cada vez encuentran más dificultades para abastecerse de recursos básicos como son la calefacción y la luz.