Crear y mantener una marca es una ardua tarea que se basa en una estrategia de marketing a largo plazo, basada en el equilibrio.

No es un milagro, en parte es una ciencia y, desde luego, el éxito se basa en el trabajo y el esfuerzo. Ahora, más que nunca, la clave está en el uso de los datos. La mercadotecnía exige conocer las audiencias, los comportamientos y las tendencias, pero no es solo esto. Hay mucho detras de una estrategia bien definida y que se prolonga a largo plazo sin cometer errores.

Según Nielsen, desarrollar y mantener una marca exige más que simplemente mantener las ventas.

La realidad es que ninguna marca posee en su base de clientes existente la capacidad para generar suficientes ventas incrementales para satisfacer la mayoría de los objetivos de crecimiento a largo plazo.

Generar confianza en el consumidor, seguridad y certidumbre es un elemento clave. La calidad, los valores deben estar bien representados y asegurados en una serie sucesiva de campañas que lo faciliten. El esfuerzo de marketing va al mercado para impulsar las ventas en todos los segmentos. Se trata de generar beneficios adicionales para asegurar la eficiencia de las activaciones de ventas. Un informe de Nielsen explora la importancia de una estrategia de marketing equilibrada y los beneficios que generan las iniciativas, tanto a corto como a largo plazo, de cara a lograr la viabilidad sostenida de la marca.