Una gestión ágil con bajos costes, un mix comercial con arrendatarios solventes y los nuevos hábitos de los consumidores, consolidan a los parques comerciales como un modelo de éxito. Por Mayte Forján, Asset Manager, Centros Comerciales de Silicius.

Los parques comerciales ya han sido un formato de éxito en los años recientes prepandemia. El resurgir actual de este modelo comercial, se ha debido a diversos factores de interés para los inversores, los operadores y el usuario/cliente.
Un primer factor se centra en la agilidad y facilidad de gestión del espacio comercial. Si se compara con un centro comercial, los costes de gestión son mucho más bajos tanto los relativos a las zonas comunes como los relativos a la propia gestión patrimonial del propietario, con menos operadores, menos contratos y menos incidencias.
Un segundo factor se centra en la solvencia de los arrendatarios. Pocos arrendatarios y solventes aseguran una rentabilidad a largo plazo, sin grandes cambios que obliguen a reposicionar un espacio comercial consolidado desde el inicio.
Finalmente, y como consecuencia de la pandemia, los hábitos del consumidor están cambiando.
Se observa un aumento de canal online y la consecuente necesidad de espacios adaptados a las necesidades logísticas que demandan las cadenas de distribución, fácilmente conseguible en los conceptos comerciales implantados en los parques comerciales. Este hecho se ha visto reforzado por la percepción de seguridad que obtiene el cliente en el momento de realizar sus compras. La concentración de oferta a precios asequibles, en un espacio abierto y cada vez más sostenible, aporta seguridad al consumidor y definitivamente puede determinar la elección del lugar de compra.
Estos son algunos de los factores que consolidan los parques comerciales como una inversión de éxito, con rentabilidades ajustadas a formatos de riesgo más bajo y que sin duda serán atractivos para muchos inversores.