El big data en retail supone la posibilidad de conocer mejor a los clientes, sus hábitos y patrones de consumo.

El futuro del retail es sobre predicción y personalización. Y esto es precisamente lo que permite la aplicación del big data. El big data en retail supone la posibilidad de conocer mejor a los clientes, sus hábitos y patrones de consumo. El análisis de los datos, permite a minoristas y marcas predecir demanda o gasto futuro de sus clientes, pudiendo de este modo adaptar otros procesos como el lanzamiento de nuevos productos, promociones o la cantidad de inventario necesario a nivel global o en ciertos canales o localizaciones.

La información disponible puede también ser utilizada para mejorar la experiencia de compra, con recomendaciones basadas en compras pasadas. O como vemos en el caso online, incluso basadas en búsquedas anteriores. Esto permite ofrecer experiencias mucho más personalizadas, que suponen un impacto directo en una mayor satisfacción y fidelidad.

Un aspecto clave en cualquier iniciativa de big data es evidentemente la disponibilidad de los datos, un elemento cada vez más complejo teniendo en cuenta el mayor número de sistemas hoy en día presentes en el mapa de sistemas de este tipo de negocios. Punto de venta, plataforma de fidelización, plataforma e-commerce, sistemas de control de tráfico en tienda, cámaras, gestión de pedidos e inventario… Es fundamental diseñar una arquitectura de datos alineada con los objetivos del negocio, asegurando el acceso a las mejores fuentes de información de entre todos los sistemas operacionales, la cual podrá alimentar a las tecnologías de big data.