Nos vamos a la Feria

Nos vamos a la Feria

Ferias hay muchas, pero tal vez La Feria solo es una, la Feria de abril de Sevilla y allí nos vamos. La Feria de Abril de Sevilla es una fiesta de primavera que se celebra anualmente en la ciudad hispalense.

En Sevilla, en abril el público se reúne en un gran recinto denominado Real de la Feria, denominación usada por ser fundación real de Isabel II, con calles con casetas efímeras, engalanadas con farolillos, por las que circulan jinetes y coches de caballo y por las que pasan diariamente unos 500 000 visitantes.

Se celebra una o dos semanas después de la Semana Santa y coincide con los toros en la Maestranza. En todo caso, tiene un gran impacto económico y social en la ciudad y está declarada Feria de Interés Internacional.

Una escapada:

Sevilla en abril

En la Baja Edad Media europea florecieron numerosos mercados y con el fin de que estos pudiesen desarrollarse debidamente, hubo de hacerse un código de respeto conocido como paz de mercado, otro de paz de la feria​ y del camino y un tercero de franquicias o privilegios.

En esta edición, de El Prado a Los Remedios cantando por sevillanas para celebrar los 50 años de la Feria de Abril en su emplazamiento actual

Un libro:

“LA FERIA DE ABRIL”

De Antonio Sánchez Carrasco.

Luz y color en unos días en los que el que puede, va del trabajo a la Feria y de la Feria al trabajo, salvo un día de fiesta que a veces se cuela en el calendario del Real; los sevillanos compaginan diversión y ocupación, aunque cueste quitar el polvo de los zapatos y las ojeras bajo los párpados. Noches de recuerdos y de sueños que van y vienen por unas calles con nombre de toreros ilustres. Familias que se juntan para comer, beber, conversar, reír, cantar, bailar…, en la feria de los infinitivos y de los verbos.

Días luminosos de colores y volantes, de paseo de caballos y enganches que copan las calles y llenan las aceras de personas a pie que se mueven de caseta en caseta. El Pali, los de la Trocha, los Romeros de la Puebla, los del Guadalquivir, los Amigos de Gines, los Rocieros, los Hermanos Reyes, la Canastera, Pastora Pavón, los Hermanos Toronjo, Brumas, Ecos del Rocío…, tantos y tantos nombres que han dado a la Feria de Abril la banda sonora ideal para sus días y sus noches. Sus nombres acompañan, no sólo la Feria de Sevilla, también todas las fiestas y romerías en las que las sevillanas son parte de la música que inunda sus festejos.

Letras que cantan a la Feria, al amor, al desamor, al Rocío, a la Semana Santa, al verano, a los grillos…, nombrando lugares, personas y cosas, que desaparecieron de la geografía actual. Las murgas, las arropías, locales desaparecidos, caminos del Rocío que ya no se usan…, muchas letras sirven para el recuerdo de lo que se fue…

Para comer

Pescaíto frito

Este plato pone nombre a la noche inaugural del sábado a domingo, “La noche del pescaíto”. El pescaíto es un plato sencillo que se puede encontrar en cada rincón de Andalucía, donde es costumbre comer frituras de pescado como pijotas, boquerones, pescada y calamares.

El truco para conseguir un pescaíto digno de un andaluz, es que la harina no esté refinada, y que el aceite esté bien caliente, además de que es pescado sea, obviamente, lo más fresco posible. Como resultado, podremos disfrutar de un bocado muy crujiente por fuera, y a la vez tierno por dentro: toda una explosión de sabor y textura.

Para acompañar esta obra maestra, no hay nada mejor que mojarlo en una salsa suave y con un toque ácido. Si tuviéramos que elegir uno solo de los platos que debes probar en la feria de abril, ¡sin duda sería éste!

Vivir Sevilla y la Feria con pasión

Hay otras muchas cosas que ver y, sobre todo, que vivir, pero en la Feria de abril, en Sevilla, es necesario hacerlo con pasión. Es la esencia de esta ciudad increíble.

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