Hay diferentes factores que hay que tener en cuenta en el diseño de nuevos proyectos, o en la adaptación de las edificaciones existentes. La nueva normalidad nos obliga a repensar los espacios para respetar las normas de higiene y sana distancia. Pero, no solo el edificio, también los inquilinos tienen el reto de reinventarse. Desde marzo de 2020, las ventas online han aumentado y por lo tanto hay que tener una infraestructura adecuada para poder seguir ofreciendo un buen servicio al cliente en un entorno seguro (por ejemplo, pick up points en el mall o parking).

Además, el cliente también es cada vez más consciente de edificios sostenibles, lo cual hay que tener en cuenta con el diseño de un proyecto nuevo (captación de aguas pluviales, PV’s, geotermia, aerotermia, …).

Otro aspecto interesante a tener en cuenta en el diseño de proyectos es reservar espacios para integrar herramientas logísticas: ofrecer una solución integral a fin de llevar este tipo de operaciones para los inquilinos. Además de tener la posibilidad de utilizar este espacio como almacén, puede funcionar como última milla. Incluso se puede analizar que un operador logístico explote estos emplazamientos. Hay muy pocos centros comerciales que tienen actualmente esta posibilidad y normalmente podría implicar un coste de inversión muy elevado en edificios existentes.

En materia de marketing estratégico, hay que estar enfocado en tres aspectos: digitalización de procesos internos para ganar eficiencia y mejorar el rendimiento; crear un sistema para poder procesar los datos captados siempre cumpliendo con la GDPR; y, implantar herramientas para mejorar las experiencias del consumidor. Una vez construido el ecosistema digital, es posible lanzar campañas estratégicas de marketing adaptadas a cada uno de los clientes y así crear valor.

Además, el nuevo consumidor hiperconectado exige flexibilidad en la adaptación de los espacios, sobre todo ahora que sus hábitos cambian más rápido que nunca. Para tener éxito en el futuro en el retail hay que trabajar en herramientas para poder identificar las nuevas tendencias de los clientes. Una vez hechos los deberes de la transformación digital, se podrá predecir las tendencias/ hábitos de consumo con inteligencia artificial.