Se debe apostar por ganar espacios abiertos, aumentar la sensación de amplitud, y mejorar la iluminación y ventilación natural para recuperar la afluencia.

El reto fundamental en el corto y medio plazo es recuperar las afluencias previas a 2020, de forma que los centros comerciales recuperen ese aspecto dinamizador y cohesionador que siempre han tenido. Ese lugar de encuentro, de ocio, de compras por supuesto.

La oferta de los centros comerciales sigue siendo válida, los retos son los mismos que siempre, solo que hay una nueva variable, la percepción de seguridad derivada de la pandemia. Por tanto, los centros comerciales tendrán que adaptar sus espacios para hacerlos más atractivos, no sólo desde el punto de vista estético sino también de seguridad para evitar contagios.

Ante esta perspectiva, deberán apostar por ganar espacios abiertos, mejorar tanto la amplitud como la sensación de amplitud en los casos que no se pueda. Queremos ver menos “cemento”, abrir vidrieras, lucernarios, abrir pasillos al aire libre, dotar los espacios exteriores con protecciones solares para hacerlos útiles y agradables. Debemos incorporar las últimas novedades técnicas, con elementos retractiles, con lamas móviles, con modularidad y cambio de funcionalidad. Igual que nuestras casas se abren en verano y las terrazas florecen en las calles, deberíamos conseguir que un centro comercial no tenga el mismo aspecto todo el año.

De todas formas, no tengo ninguna duda que los centros comerciales sabrán adaptarse a las nuevas necesidades, como siempre han hecho, para seguir siendo un elemento imprescindible en nuestra vida cotidiana.