La realidad es que siempre hemos estado de moda y ahora, tal vez más que nunca, o eso parece. No es una mera presunción sin fundamento, es la constatación de lo que nos pasa. No hay nada más que mirar al espejo público de nuestro tiempo.

Cada minuto, la televisión nos ofrece mensajes cargados de moda, no solo en la publicidad o el marketing, sino en la política o, como acabamos de ver durante horas, hasta en las exequias de la reina Isabel II, un cuento de hadas vivido en directo lleno de glamour y protocolo, pero, sobre todo, de moda.

Durante décadas, además de la comprensible importancia de aquellas maravillosas tiendas de ultramarinos, la moda fue el principal atractivo para lo que se denominaba ‘ir de compras’. De esta forma, cuando las tiendas evolucionaron y concentraron la oferta, la moda se convirtió en el principal atractivo para el negocio del nuevo retail.

Después, con la llegada inquietante del mundo digital, las sucesivas crisis cambiaron el paradigma para que muchos centros comerciales se fijaran en el ocio como solución temporal. Pero no nos engañenos, la moda es y será siempre la columna vertebral del retail. Esto no solo lo saben los profesionales que sacan adelante los proyectos más innovadores y avanzados. Lo practican a diario en las propuestas más atrevidas y vanguardistas por la responsabilidad y la obligación de convertir en negocios de éxito las propuestas de los inversores.

Unos y otros buscan integrar las marcas de moda, las firmas que saben de moda en los formatos comerciales. Todos saben que, a veces, el cambio significa volver, una especie de constante “remake” para conseguir el interés de unos ciudadanos que buscan desesperadamente vivir y palpitar con su tiempo y su dinero.

Es lo mismo que que siempre ha sabido hacer el mundo de la moda, camaleónico y creativo a la vez, frívolo y rígido al mismo tiempo, en todo caso bello y glamuroso, pero práctico y adaptado al día a día, apasionante y vertiginoso.

Sí, también el e-commerce, pero con la moda por encima de todo porque hoy todas las tendencias apuntan a la moda, sin que nadie se atreva a negarlo.

“La moda es y será siempre la columna vertebral del retail. Lo saben los profesionales y los inversores para que los proyectos sean negocios de éxito”.

Leer en Hi Retail, número de octubre, página 3.