Por Mayte Forján, Asset Manager de Centros Comerciales en Silicius
El Retail concluye 2022 mejorando las cifras de ventas y afluencias del año anterior, e incluso superando en algunos casos los niveles previos a la pandemia.
¿Cómo será el próximo ejercicio? 2023 presenta algunos retos importantes, y tanto una adecuada segmentación como saber adaptarse a los cambios del entorno económico sera clave.
En la actualidad, el Retail está influido por diferentes aspectos que obligarán a operadores y propietarios a plantear un nuevo modelo de explotación de sus negocios.
Por un lado, nos encontramos ante cambios sociales de importante calado que afectarán a la segmentación tradicional de clientes. La generación Z, consumidor mayoritario, muestra nuevos valores que se traducen en una compra más personalizada, un compromiso con el medio y una comunicación omnicanal que será imprescindible para llegar a este público. Además, se está produciendo la jubilación de la generación del baby boom, cuya disponibilidad de tiempo y recursos obligará a focalizar gran parte de los esfuerzos de marketing.
Por otro lado, nos encontramos ante unas perspectivas económicas inciertas. A pesar de la inflación, indicadores como el empleo o el consumo de las familias no se están resintiendo significativamente por el momento. Parece que una posible crisis no ha llegado del todo y la evolución de los próximos meses dependerá en gran parte de cómo reaccione el consumidor a la inflación y a los costes de la energía y los alimentos.
Para 2023, los retos del Retail pasan por saber comunicar y ofrecer a cada segmento aquello que más valora, en un entorno de cambio de valores y en un contexto económico realmente incierto, que obligará a tomar distintas decisiones según su evolución.
Se puede leer en Hi Retail, número de diciembre, página 36.