En mercados como el estadounidense, los importadores eligen cada vez más bodegas españolas. Estas son las claves del éxito, según Álvaro Giménez, Giménez & Sigwald Wine Associates, la consultora para la internacionalización de bodegas españolas.
Variedad: Las pequeñas bodegas españolas aportan diversidad a un consumidor que ya está aburrido de ver las mismas referencias desde hace muchos años en los lineales. De hecho, hay retailers que ya están prescindiendo de vinos más conocidos.
Calidad: Los americanos saben que el vino español está al mismo nivel de calidad que los vinos franceses o italianos, y además es más barato, por lo que son más conscientes de su valor.
Personalidad: En cuanto a estilo, en lo enológico, se están buscando vinos con carácter. Menos madera y más aroma, más especiados, más florales, pero vinos largos que convenzan, que tengan personalidad.
Tipos de uva: hay un conocimiento total de las variedades, y de hecho los importadores están pidiendo que se amplíe en la etiqueta el nombre de la uva. Los americanos se adaptan a cualquier tipo de uva, no hay una uva estándar, como aquí que estamos acostumbrados al tempranillo.
Precio: El vino español ha competido por precio durante muchos años y en estos momentos se busca que se reconozca el valor del vino y subir un poco los precios. Aun así, va a seguir siendo más barato.
Giménez & Sigwald es la empresa organizadora de Spanish Wine Roadshow, una gira presencial por EEUU con la participación de 40 bodegas españolas y que tendrá lugar en junio.