En el mercado actual se ha maximizado la volatilidad o divergencia de opinión, por ello solo los inversores capaces de determinar el valor fundamental de los activos que se centran en el medio-largo plazo pueden ahora cerrar operaciones con éxito
A pesar de la complejidad en la que se encuentra el sector retail desde un punto de vista operativo, las oportunidades de inversión están experimentando creciente interés por parte de los inversores. En momentos de incertidumbre se abre la posibilidad de abandonar la competencia en precios y entrar en el análisis del valor fundamental de los activos.
Cabe esperar que los inversores utilicen más riqueza de datos para analizar bien los fundamentales del valor, esto es, el coste de oportunidad del capital y la sostenibilidad de las rentas. Sin duda, la demanda de inversores por activos retail se ha visto afectada por una creciente preocupación por el cambio de modelo de negocio y su posible impacto en las rentas. Nada nuevo, solo acelerado por el Covid-19.
Poco podemos hacer por salvar el corto plazo. La crisis económica y sanitaria van a tener un efecto sin precedentes en las afluencias y ventas de los activos. Los hábitos de comportamiento del consumidor se adaptarán a la nueva realidad y los operadores se amoldarán en consecuencia. En el medio plazo, se trata de un sector que entra en fase de madurez y se prevé una consolidación por parte de los operadores.
Por ello, debemos permanecer racionales sobre el medio-largo plazo, las mejores calles, los mejores centros y parques, los operadores con modelos de éxito, se beneficiarán de la aceleración de consolidación del sector. Solo los inversores afortunados con alta liquidez y visión a largo plazo van a estar activos en este mercado donde realmente empezamos a ver oportunidades.