Essity, compañía global líder en productos y soluciones de higiene para la salud y el bienestar de las personas, se compromete a alcanzar las cero emisiones netas en 2050.

Así mismo fija un objetivo intermedio en 2030, una reducción del 35% para las emisiones de Alcance 1 y 2 (las emisiones directas de fuentes propias o controladas y las indirectas procedentes de la generación de electricidad, vapor, calefacción y refrigeración comprados y consumidos por la empresa).

Desde 2018 la compañía trabaja junto a Science Based Targets, que ha aprobado sus emisiones de CO2. Además, la reducción por tonelada producida entre 2005 y 2021 ha sido del 19%. En las plantas de España los avances han sido también significativos.

La fábrica de Allo (Navarra), por ejemplo, ha conseguido una reducción del 30% con respecto a 2013 y el 20% de la energía eléctrica que utiliza proviene de fuentes renovables.

“El cambio climático es el problema que define este momento de la historia. Como una empresa líder de higiene y salud en el mundo, tenemos la obligación de actuar y contribuir a la acción colectiva.

La sostenibilidad es una parte fundamental en nuestra forma de entender el negocio y ahora nos comprometemos a acelerar y ampliar las acciones para disminuir nuestro impacto”, ha expuesto José Ramón Iracheta, country manager de Essity Iberia.

Eficiencia en el uso de recursos y una estrategia global para reducir el impacto

La compañía ha definido ocho áreas clave de actuación que van desde el fomento de innovaciones con impacto directo en la sostenibilidad hasta el uso de materias primas bajas en carbono. Uno de los aspectos donde la compañía ha puesto el foco es la gestión de residuos y se ha marcado como objetivo enviar cero residuos de producción a vertedero en 2030.

En los dos principales centros de producción de Essity en España -Tarragona y Navarra- trabajan por la recuperación y transformación. Del total de los residuos generados en ambas plantas al 98% se les da un tratamiento de revalorización e incineración con recuperación energética. La fábrica de Allo acaba de recibir el certificado “Residuo 0” de AENOR que acredita el esfuerzo realizado en los últimos años.