Ahora resulta que la afluencia a los centros comerciales desde su apertura tras el estado de alarma y hasta el pasado agosto es entre un 20 y un 25 % inferior a la del mismo periodo del año anterior y, aunque la gente pasa menos tiempo en ellos, el gasto se ha elevado un 5 %.
En mayo las visitas a los centros comerciales españoles cayeron el 82,5 % respecto a un año antes; en junio, cuando comenzó la desescalada del confinamiento, el descenso fue del 36,9 % y en julio (primer mes completo de plena movilidad) la afluencia se recuperó hasta ser únicamente un 25,2 % menor que la de un año antes, siempre según ese mismo indicador.
Según se afirma, también ha cambiado la manera de ir a comprar, porque ahora la duración media de las visitas es inferior. Se indica que, en lugar de ir a dar un paseo, se va a comprar lo que se necesita. Pero sobre esta base se llega a la siguiente conclusión: el gasto medio ha aumentado en aproximadamente un 5 %.
En todo caso, lo cierto es que muchos establecimientos están teniendo problemas para afrontar el pago de los alquileres de los locales y espacios, debido a la caída de la facturación. Si cae la facturación dificilmente aumenta el gasto medio.