Lo que esta crisis nos está pidiendo es que dejemos las florituras de lado y hablemos claro, sin rodeos. Mientras escribo estas letras veo los datos del paro, de los ERTE, de las proyecciones económicas, y cuesta ponerse positivo en un contexto tan incierto y volátil.

Trato de encontrar un centro comercial que esté aprovechando el cierre del espacio físico para potenciar, enriquecer, ampliar su espacio digital y me cuesta encontrarlo. Pienso en las grandes comunidades de clientes de centros comerciales que, de la noche a la mañana, ya no saben nada de su centro, el cual desaprovecha una oportunidad de oro de conocer mejor a su comunidad, de interactuar en estos  tiempos, de ofrecer alguna novedad o propuesta de valor no esperada y que sorprenda. Pero no.

No soy bueno haciendo futurología y me sorprendo cuando la gente te dice cómo va a ser el cliente del mañana, el centro del mañana, la economía del mañana. Son ejercicios interesantes, pero no dejan de ser hipótesis. Lo único cierto es que no se puede predecir el futuro, pero sí crearlo.

El retail español aglutina una cantidad de profesionales de un talento sin parangón. Profesionales que destacarían en cualquier país en el que estuvieran trabajando. Inglaterra, Francia, Alemania, Estados Unidos, Australia, da igual, el talento que tenemos es sensacional. Entonces, ¿para qué predecir lo que va a pasar mañana en vez de empezar a crearlo? Para las marcas, ‘el día después’ es hoy.

¿Qué es la normalidad?, ¿acaso existe lo normal? Si bien muchos quieren que todo vuelva a la normalidad rápido, de lo que la mayoría no se dio cuenta -y lo hará pronto- es de que las cosas no volverán a la normalidad, porque está emergiendo una nueva realidad, que poco tendrá que ver con aquella que conocíamos. Para construir el futuro, puedes empezar por hacer nuevas preguntas: ¿qué demandará el cliente de mañana? ¿qué querrá o esperará de las marcas? ¿cómo serán las empresas el día después? ¿cómo se trasformará la forma de trabajar? ¿una nueva circunstancia, una nueva era? ¿un retail también nuevo?

Luego de preguntar toca reflexionar y lo más importante: transformar la reflexión en acción. Porque lo único que transforma es lo que haces, no lo que dices. Como cierre, este mensaje para las marcas del retail:

• Cuando las circunstancias son buenas, disfrútalas.
• Cuando las circunstancias son malas, transfórmalas.
• Cuando las circunstancias no puede ser transformadas, transfórmate.